Viajar en bicicleta es sano, pero no tanto

El estudio tiene como fin evaluar los beneficios y los riesgos de ir en bicicleta al trabajo.
Nadie se atrevería a poner en duda los beneficios de ir al trabajo en bicicleta: reduce la contaminación ambiental, nos ayuda a mantenernos saludables y en forma, y, de paso, nos permite ahorrar unos pesos que de otra manera gastaríamos en transporte.
Sin embargo, un estudio publicado recientemente por investigadores belgas, demostró que los ciclistas inhalan cinco veces más partículas contaminantes que aquellos que viajan en carro.
En zonas de tráfico pesado, los niveles de estas partículas ultra finas, imposibles de detectar a simple vista incluso en una ciudad altamente contaminada, pueden alcanzar los cientos de miles en un centímetro cúbico de aire.
Y si bien la diferencia entre la cantidad de partículas que hay dentro y fuera del auto no es significativa, el hecho de hacer ejercicio -que nos obliga a respirar más rápido y más profundamente- es lo que hace que el ciclista las inhale en una proporción cinco veces mayor.
Aparatos nuevos
¿Qué impacto tiene sobre la salud?
Ésta es la primera vez que alguien logró contar las partículas a la vez que medir la respiración del ciclista durante un viaje al trabajo
Luc Int Panis, VITO
"Esa es la gran pregunta que intentamos responder", le dijo a BBC Mundo Luc Int Panis, investigador del Instituto Flamenco de Investigación Tecnológica, quien está llevando a cabo un estudio más amplio sobre los beneficios y los riesgos para la salud de ir al trabajo en bicicleta.
"La polución atmosférica en general está vinculada a los problemas respiratorios y cardiovasculares. Pero sobre lo que aún no existe información precisa es sobre el impacto en la salud de las exposiciones breves pero intensas a las partículas contaminantes, como las que tienen lugar al ir en bicicleta", señala.
Gracias a un nuevo sistema que consiste en una máscara conectada a unos aparatos de medición que se coloca en la cara del ciclista, los expertos pudieron recabar información detallada.
"Ésta es la primera vez que alguien logró contar las partículas a la vez que medir la respiración del ciclista durante un viaje al trabajo", explicó Int Panis.
Un metro hace diferencia
Una consideración interesante que hace el estudio es que la concentración de estas partículas ultra finas, las que penetran más profundamente en los pulmones y de las que se sospecha pueden afectar la salud, decrece exponencialmente a medida que nos alejamos de la calle por la que circula el tráfico.
Alejar las rutas de bicicleta de las vías transitadas es una solución posible.
Por esta razón, "elegir un camino menos transitado puede hacer una gran diferencia", dice Int Panis. Aunque la mejor manera de resolver el problema, es "convencer a quienes toman decisiones de la necesidad de diseñar rutas para ciclistas lejos de las vías de tránsito".
"Incluso mover las rutas un metro más lejos puede reducir los niveles de exposición", añade el investigador.
¿Y usar una máscara? ¿Podemos evitar los riesgos cubriéndonos la boca y la nariz".
"No soy un experto en ese tema, pero probablemente la máscara sólo filtraría las partículas más gruesas, pero las más finas, atravesarían la malla de la máscara y entonces no serviría de gran cosa", dice.
Por otro lado, Int Panis no cree que sea una buena idea, ya que lo mejor es resolver el problema en su origen. "Los ciclistas no son responsables por la contaminación y además contribuyen a mejorar la calidad del aire para los demás".
Los resultados finales de este estudio que lleva tres años en preparación estarán disponibles para fin de año. Pero aunque aún falta para llegar a una conclusión final, todo parece indicar que los beneficios de ir al trabajo en bicicleta superarían a los riesgos.

fuente: bbc